Como ya sabemos, Kim Kardashian está embarazada de seis meses y la panza no deja de crecer. Pero ella está empecinada en mantener su figura. Por eso, todas las mañanas va al gimnasio y cumple una rutina estricta de ejercicios.
Ese momento es, quizás, el único del día en que la estrella de Keeping Up With The Kardashians descuida su imagen. Como todas las mujeres, Kim va al gym a cara lavada y con ropa cómoda. Y allí están los paparazzi para retratarla en su peor costado.
Acá la vemos ayer, en el trayecto de la puerta de su casa en Calabasas, California, hasta la camioneta que la traslada al gimnasio (tiene chofer, obvio), con su desayuno en la mano. No le perdonan una.
Y ahora, fotos de ese mismo día a la tarde, después del gimnasio y de varias horas de peinado y make up. Otra mujer.
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